15-10-07

“Tenemos muchas posibilidades de ser un club de primer nivel, pero se requiere el esfuerzo de todos”

Sergio Majluf Magluf no tenía más de 14 años cuando se inauguró el Estadio Palestino con -a esas alturas- su único y principal atractivo: la piscina. Rápidamente las poco más de doce hectáreas reemplazaron al patio de la fábrica de sus padres, donde los domingos solía jugar fútbol junto a sus hermanos y primos, y se convirtieron en el privilegiado espacio en que su familia y las de los otros árabes en Chile pudieron mantener las tradiciones de su tierra. Pero incluso más, el club terminó siendo para Majluf un símbolo de su juventud y madurez, el lugar donde conoció a su señora, donde continuó con la costumbre de llevar a sus tres hijos los fines de semana y donde hoy, como presidente del directorio, da una fuerte pelea para mantener vivo el espíritu que dio origen al club.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con don Sergio en que "tenemos muchas posibilidades de ser un club de primer nivel", y que se "requiere el esfuerzo de todos". Pero, ¿cómo seremos todos si los únicos que parecen resaltar en la integración son aquellos que hacen grandes sumas de dinero y han sido capaces de alcanzar el éxito a nivel monetario, y tener status social por eso?
Lo que en este país, sea dicho de paso, requiere de muchos méritos y esfuerzos; y ellos y ellas lo han demostrado.

Qué pasa con la dueña de casa que aún conserva las tradiciones, o los profesionales que no les interesa participar de un circuito oficial de "profesionales de portada", y aún así son exitosos en lo que hacen y reconocidos por sus pares.

Qué pasa con aquellos escolares que tienen ganas de participar y no encuentran escenarios para hacerlo.

Estas son palabras para la fundación. Que si bien nos han dado un gran espacio para sabernos y mostrarnos; no se estanquen en saber sólo como hemos encajado en la sociedad. También motiven a participar en ella desde nuestras raíces y los diversos sectores que componen la colonia. La ceramista, el chef, el ingeniero que tiene su taller en recoleta, la psicóloga que diseña un método de apredinzaje nuevo, y aún nadie la reconoce.

Partamos por reconocernos nosotros. Si lo hacemos desde la visión del otro, jamás seremos todos.

Karen

Anónimo dijo...

Me parece sumamente acertado el comentario anterior (karen)asi q yo no tengo mas nada que decir

Anónimo dijo...

Que bueno seria difundir mas nuestra cultura ,recuerdo que mi mama siempre me cuenta historias sureñas y de cuando llegaron a Santiago despues del terremoto del 60 y de como todas las familias arabes se conocian y no solo eso, se crecia en comunidad.Ella aun recuerda muchas historias,me cuenta que hacian,recuerda quien pololeaba con quien, hay gente que dejo de ver hace muchos años ,pero aun permanecen en su retina,me encanta escucharla hablar de esa epoca ,donde tal ves era mas facil que las familias se unieran por el mismo hecho que se hacia la vida en comun,no digo que haya sido malo que se habrieran las familias ,pero que lindo debe haber sido sentir que se estaba en una gran familia ,donde te apoyabas y ayudabas ,donde todos somos amigos,hoy hasta las familias mas pequeñas se han distanciado y cuesta reunirlas ,se ve hasta en la Iglesia ,donde son casi nulos los rezos en arabe y es mas la gente sin descendencia que la visita ....
Fue mi madre,quien a pesar de casarse con chileno nos inculco el cariño por su tierra ,que sin conocerla siempre nos ha atraido, asi como su gente ,su musica ,su comida...
Sole.

Anónimo dijo...

Estimados recuerdo en mi niñez frecuentaba el club palestino con bastante regularidad, ya que veía un ambiente ameno.
Ahora que tengo unos muchos mas años no veo el atractivo de antes, lo veo demasiado hermético nadie se saluda y todos andan por su lado; será en la época en que vivimos que no nos damos tiempo para los demás.
Creo que se podrían hacer muchas cosas tanto en el club como en el deportivo; cambiando la mentalidad de tener la satisfacción de tener un club digno y un equipo de fútbol que haga resaltar los valores que nos enseñaron nuestros antepasados, de esfuerzo, orgullo y dignidad para las cosas.
Hace cuanto que no somos protagonistas en primera división (1978,1979) porque esos antiguos directivos pensaban más en una satisfacción personal no importando que al final de mes tuvieran que ponerse la mano para solventar los gastos de la plantilla.
Ahora todo es comercial y no veo un proyecto que se desarrolle en un plazo de 10 años, en las dos instituciones sigue lo mismo.
Creo que si tenemos nuestras raíces árabes bien arraigadas tenemos que mantener una estabilidad hacia el crecimiento, no quedarnos con el conformismo que se pudiera hacer mejor.